Este concepto no se emplea de forma unánime en la bibliografía médico-deportiva y en la teoría de entrenamiento. Existen básicamente dos opiniones:
Opinión 1: La resistencia de base es fundamental para la condición física. Desde esta prespectiva es idéntica a la resistencia aeróbica general de intensidad baja a media. Desarrolla sobretodo la aplicación económica de la capacidad aeróbica y ayuda a soportar psíquicamente los esfuerzos. Es independiente de las formas de ejercicio que la desarrollan. Lo contrario de ello es la resistencia específica (resitencia específica de un deporte).
Opinión 2: La resistencia de base se entiende, dentro de la resistencia espesífica(= resistencia específica de una disciplina), como la adaptación básica a las condiciones espésificas de un deporte/disciplina de resistencia , con una duración relativamente larga (superior a 30 nim). La resistencia aeróbica general tiene también en este contexto una importancia elevada. Pero ya no se puede referir sólo a intensidades bajas o medianas. Se extiende también hasta el nivel submáximo, esta resistencia de base igualmente constituye una capacidad compleja (componentes de fuerza, velocidad) y depende de las formas de ejercicio. Éstas han de parecerse a la estructura de la disciplina en cuestión. Lo opuesto es la resistencia específico-competitiva como adaptación a las mismas condiciones de la competición.
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